Aunque suene a broma o incluso a mito, las chinches se han convertido en una plaga muy difícil de exterminar hoy en día, principalmente en hoteles de todo el mundo.

Estas plagas cuestan cada vez más a las aseguradoras en indemnizaciones por responsabilidad civil y gastos asociados. Y lo peor de todo es que a pesar de que el problema sea conocido, no por ello es más fácil de solucionar.

A diferencia de lo que muchos creamos, la aparición de chinches nada tiene que ver con estado de la limpieza sino más bien con las acumulaciones de ropa.

Estos animales se alimentan de la sangre humana o de otros mamíferos, por lo que suelen situarse cerca de esta, principalmente en colchones, cabeceros de la cama, empapelados de paredes, etc., siendo difíciles de localizar a simple vista y lo peor de todo es que pueden estar sin alimentarse más de un año, por lo que irnos de casa unos días no acabará con el problema.

Para acabar con ellas, se realiza una vaporización a 140 grados que en muchos casos consigue eliminarlas, pero no siempre. A el coste de esta desinfección debemos añadir en muchos casos las indemnizaciones a pagar a los afectados, especialmente clientes de hoteles, que en lugar de disfrutar tranquilamente de sus vacaciones acaban viéndose afectados por las picaduras y reacciones alérgicas en la piel.

Solo en los últimos años, las desinfecciones por plagas de chinches se han incrementado en Cataluña en un 70%.